Vivir la ceremonia maya fue algo mágico. Desde el inicio, sentimos una conexión espiritual muy fuerte. El chamán nos guió con tanto respeto y dedicación, y cada parte del ritual tuvo un significado profundo para nosotros. Si buscas una forma auténtica y especial de celebrar el amor, esta ceremonia es perfecta. Nos llevamos una experiencia única que recordaremos siempre.